No lo niego, estoy tan borracha…
Tengo unos bolsillos masculinos ante mí, a la altura de la cara,
pero prefiero los tacones flamencos de al lado.
No soy lesbiana, soy filántropa.
Mi amiga me susurra por quinta vez si estoy bien, y logra decirlo esta vez sin encontrarse en el paladar cuatro piedras de su riñón.
Mis venas hinchadas y el humo que envuelve al galán de turno
no son más que un aviso de que la noche siempre puede ir a peor.
Me da la risa tonta, no entiendo nada de lo que me dice este nuevo pretendiente.
Le pregunto de qué país es.
"De Utebo, niña. " No puedo parar de reír y de mearme.
Supongo que si supiera de esta raja en mi vestido tendría una erección (otra)
Ah, y sigo echándote de menos…
5 comentarios:
uff!!..un beso..o dos.
y yo mi niña y yo...besos
Eryx
Espero que no sea autobiográfico... porque no está nada mal...
bufff! De Utebo, como las piedras de molino... Nada más y nada menos...
Veo Clara que, afortunadamente, no te cansas de ser demoledora.
Un abrazo.
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