jueves, 8 de octubre de 2009

A veces, en octubre, es lo que pasa






Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;


cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;


entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:


esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.


No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.



Ángel González (de nuevo)

1 comentario:

Jol dijo...

El poema fue pornografía barata a caro gusto.

En Santafé apenas hay claroscuros pero por igual uno queda iluminado.

Gracias.