sábado, 23 de enero de 2010

Dos poemas de Karmelo C. Iribarren

Karmelo, desde la barra del bar, nos canta verdades.

Menos mal que decidió dejar de quemar su obra.





LOS PARAGUAS, LOS TAXIS



Para Xabier Etxart


Acabo de tirarlo,

35 minutos bajo la tormenta
-esperando un maldito
taxi-
han podido con él.

Pero cómo se ha portado.

Ésa es la diferencia:
los taxis son como ciertos amigos,
nunca están cuando más los necesitas.

Los paraguas, en cambio, mueren por ti.








EN UN LUGAR SOLITARIO



La estás viendo
desde tu habitación,
a no más de cincuenta metros,
en el edificio de enfrente,
apenas una sombra
entre visillos,
moviéndose.

Lleva bata
y parece
que se prepara
para dormir.

Le calculas alrededor de los cuarenta.
Una edad solitaria.
Te imaginas allí.

No hay comentarios: