En la farmacia cuelga una bandera
de Argentina, y la cocinera del bar
se parece a ti. Porque todas,
de alguna manera, se parecen a ti.
Por eso, porque todo es parecido,
no he podido volver a disparar
la máquina de fotos. No quiero
conservar ninguna imagen más,
ningún recuerdo que se pueda
fotografiar. Tengo ya demasiados.
Hoy, en una fría región del Cosmos
de nombre Eridamus,
detectaron un agujero gigantesco,
de más de mil millones de años luz
de tamaño. Un agujero
relleno de nada, un fallo
en los cálculos matemáticos
de la Nada.
En un pecho cualquiera,
hoy en el mío,
caben varios agujeros como ese
de Eridamus, y tampoco sabemos
de que están hechos.
Quizás en el Cosmos existen también
los desiertos.
1 comentario:
Me ha recordado a un poema mio:
Camino descalzo
por un jardín
de recuerdos afilados,
donde la lluvia quema
y el aire desangra.
Veo el viento agitar las ramas
de los árboles, y sólo por eso
sé que no estoy muerto.
Amputarme de ti me desangra.
Descarrilo, directo a la nada.
Un saludo.
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