lunes, 3 de enero de 2011

Textos del pasado

Dos años después, rescato este texto que habla de mi barrio. Entonces aún no me había marchado, pero ya intuía que mi partida no tardaría en producirse.

Mi actual barrio me gusta mucho. Y también juego a encontrarme con la gente por sus calles sin previo aviso.

La ofrenda aún no ha llegado. Tendrá que esperar un poco, pero no demasiado.



El barrio technicolor

Preparando un viaje a Buenos Aires, he llegado a la antología Buenos Aires/Escala 1:1.(Los barrios por sus escritores).

En el libro varios autores argentinos describen y fabulan sobre sus respectivos barrios de origen. Parece ser que el libro tuvo cierto éxito.
¿Pero quién no va a montarse una antología de puta madre con los barrios de Buenos Aires?

¿Cómo no escribir sobre Caballito, Flores o San Telmo? Para cualquier juntapalabras por mediocre que sea, no ha de ser difícil encontrar la inspiración en los recovecos de una ciudad como Buenos Aires.

Aunque no solo los barrios porteños son coloridos y grossos. El mío ha de serlo a ratos, solo que formar parte de sus personajes me deja lejos de él.

Hoy viajaba dentro del barrio y he cerrado los ojos recorriendo mentalmente el camino del bus de siempre. Es un número de la familia, una nave roja y maloliente que ha visto cómo he crecido y cambiado de aspecto, de amistades.

(Alguien me dijo una vez que podía recorrer cuando quería en su memoria las calles de su barrio desde la distancia, como si fuera una visita guiada en 3D. A mí me empieza a pasar lo mismo, aun sin tener todavía la necesidad de recordar algo no dejado atrás).

Cuando he abierto los ojos he pensado como siempre que era todo horrible: qué plaza más desangelada. Qué avenida mas sucia. Qué provinciana me siento en esta pequeña parte del mundo, entrando en este portal, subiendo estas cuestas. Oigo lo que una vez dije en estas cuestas. Y lo que oí meses después, y años después. Recuerdo caras que forman parte de mí, que se columpian desde mis pulgares hasta mi pecho casi desde mi nacimiento.

Y luego he tenido una sensación rara. Me he imaginado lejos del barrio, en una vida distinta, en un paisaje distinto, y he tenido la certeza de que eso llegará pronto.

Me he sentido libre y culpable a la vez.

Como mi barrio, mis pensamientos son también en technicolor.
Y es que yo no recuerdo, sueño el pasado. Y es más borroso incluso que cuando sueño el futuro.

Y si pienso en sudores del colegio, en charlas de pipa y banco o en vueltas a casa escupiendo cada letrero de las calles que me han amparado y perseguido, me envuelvo en tonos distintos que cuando me veo presentando al hijo de mis días ausentes como ofrenda y justificante.

Porque el sentimiento de pertenencia te da equilibrio pero también culpa, desgana y desgarro.

Uno piensa que el viento en su barrio sopla diferente que en el resto de la ciudad.

Es más, uno piensa que el viento de todas las ciudades del mundo no sopla como en aquella esquina de su calle.

Es irracional y orgánico, pero no hay principio aeronáutico que te pueda convencer de lo contrario.

Habría que estudiar la fuerza de los entramados. A mi nada me consuela tanto como pisar lo ya pisado mil veces.

Y en realidad estoy escribiendo ésto porque hoy he creído verte de nuevo.

Hace tiempo que no hablamos, pero no creo que hayas cambiado de opinión. Nunca querrías salir de aquí.

No sé si te hubiera gustado ser un icono de ninguna revolución, pero a lo mejor si te hubiera gustado serlo de nuestro barrio.

Salíamos a la calle y nos encontrabamos. Jugabamos a no quedar y a andar hasta encontrarnos en estas calles. Nunca pusimos reglas al juego, pero ganaba quien veía de lejos al otro, quien lo cazaba.

Más que cazarte me gustaba ver desde lejos tus andares. Y no es que estuviera enamorada de ti, no es que te eche de menos.

Pero a pesar de mi deseo de fuga, alejarme de aquí supone el riesgo de que nadie quiera jugar conmigo en las calles de ningún otro barrio.

2 comentarios:

samsa777 dijo...

Año nuevo, misma calidad... ¡y eso que dices que se trata de un texto antiguo!

Besos

Clara dijo...

Toma! jajjaa

Gracias, un besazo!