miércoles, 14 de noviembre de 2007

CLAUDIO RODRIGUEZ

EL BAILE DE ÁGUEDAS

Veo que no queréis bailar conmigo
y hacéis muy bien. ¡Si hasta ahora
no hice más que pisaros, si hasta ahora
no moví al aire vuestro estos pies cojos!
Tú siempre tan bailón, corazón mío.
¡Métete en fiesta; pronto,
antes de que te quedes sin pareja!
¡Hoy no hay escuela! ¡Al río,
a lavarse primero,
que hay que estar limpios cuando llegue la hora!
Ya están ahí, ya vienen
por el raíl con sol de la esperanza
hombres de todo el mundo! Ya se ponen
a dar fe de su empleo de alegría
¿Quién no esperó la fiesta?
¿Quién los días del año
no los pasó guardando bien la ropa
para el día de hoy? Y ya ha llegado.
Cuánto manteo, cuánta media blanca,
cuánto refajo de lanilla, cuánto
corto calzón. ¡Bien a lo vivo, como
esa moza se pone su pañuelo,
poned el alma así, bien a lo vivo!
Echo de menos ahora
aquellos tiempos en los que a sus fiestas
se unía el hombre como el suero al queso.
Entonces sí que daban
su vida al sol, su aliento al aire, entonces
sí que eran encarnados en la tierra.
Para qué recordar. Estoy en medio
de la fiesta y ya casi
cuaja la noche pronta de febrero.
y aún sin bailar: yo solo.
¡Venid, bailad conmigo, que ya puedo
arrimar la cintura bien, que puedo
mover los pasos a vuestro aire hermoso!
¡Águedas, aguedicas,decidles que me dejen
bailar con ellos, que yo soy del pueblo,
soy un vecino más, decid a todos
que he esperado este día
toda la vida! Oídlo.
Óyeme tú, que ahora
pasas al lado mío y un momento,
sin darte cuenta, miras a lo alto
y a tu corazón baja
el baile eterno de Águedas del mundo,
óyeme tú, que sabes
que se acaba la fiesta y no la puedes
guardar en casa como un limpio apero,
y se te va, y ya nunca...
tú, que pisas la tierra
y aprietas tu pareja, y bailas,
bailas.

"Conjuros" 1958



CON LOS CINCO PINARES

Con los cinco pinares de tu muerte y la mía
tu volverás. Escucha.la promesa besada
sobre tu cicatriz sin huella con recimo en silencio
nos da destino y fruto en la herida del aire.

Si yo pudiera darte la creencia y los años,
la visión renovada esta tarde de otoño
deslumbrada y segura sin recuerdo cobarde
vileza macilenta, sin soledad ni ayuda.

Es el amor que vuelve. ¿Y que hacemos ahora
Si está la alondra de alba cantando en la resina
los cinco pinares de tu muerte y la mía.?
Fue demasiado pronto pero ahora no es tarde

¡Si es el amor sin dueño, si es nuestra creación:
el misterio que salva y la vida que vive!


1 comentario:

Elros dijo...

Me encanta el segundo!... ¿Has escuchado la musicalización que hizo de ese poema Ismael Serrano?... Sobretodo el punteo de guitarra le da una sentimentalidad aún mayor...

Besicos!