jueves, 1 de mayo de 2008

Crónica del 26-A

Es verdad que no he hablado demasiado de "Parque de atracciones" en este cabaret de andar por casa.
Ni he hecho una crónica de las presentaciones y actos como han hecho compañeras y allegados a nosotras en el mundo éste del bloggellón.

No pensaba hacerlo, porque me da cierto pudor, pero me he encontrado con esta crónica maravillosa de lo que aconteció el sábado pasado por la noche en la Campana de los Perdidos y no he podido resistirme a colgarla aquí.

En honor a la verdad he de decir que no han de hacer ustedes demasiado caso a lo que el autor de la misma dice sobre servidora, porque su opinión no es del todo objetiva, ya que he de suponer que en el fondo, en el fondo, en el fondo me debe tener algo de estima.

El cronista en cuestión es un escritor formidable que posee un blog igual de formidable pero que no me da la gana enlazar todavía a mis direcciones hasta que no engorde un poco más su bitácora y escriba con mayor asiduidad.

Cuando esto pase, no sólo lo uniré a mis "Malas compañías" sino que le haré una presentación en sociedad como Dios manda, como semejante ingenio merece.

Gracias.



"Mi segundo día en Madrid y todavía guardo la resaca emocional del fin de semana en Zaragoza. Pero por encima de todas las palabras y conversaciones que se repetirán siempre, en distintos lugares y personas, también hubo versos, que fijarán algunos vértigos nuevos. En la Campana de los Perdidos (2euros=1tubo de Ambar, muchos tubos de Ambar para regar la noche) se presentaba una antología de poetas jóvenas: ‘Parque de Atracciones’. Pues sí, uno ya puede decir aquello tan famoso del ‘I saw best minds of my generation/ flotando Ebro abajo starving hysterical naked/ dragging themselves through the cierzo streets…’ o peor.

Porque apareció el etileno ese que se presenta de madrugada en los recovecos de la noche, el vértigo del no-amor en las bandadas de pájaros urbanos que cruzan las arcadas, y muchas cosas más. Estas jóvenas, rusas o no, nos las tiraron a la cara el sábado y no quedó más remedio que rendirse.

Clara recitó tan bien los versos que yo ya sabía que me hizo desear ser marajá gordo de oriente para que me los recitara todos los días.
Leyó, además, un texto inédito B-R-U-T-A-L.

Señores y señoras, pasen al cabaret, no pierdan la oportunidad de leerla, sientan sus dulces cuchilladas, no escatimen fuerza para enamorarse de ella. Sí, la quiero y no puedo ser objetivo pero es que es una gran poeta. La SENSIBILIDAD devuelta al mundo en forma de caricia o bofetada.

Y flipé con Ana Muñoz, que recita muy seria con la inteligencia, la intuición, el sentimiento y el ritmo (y alguna cosa más encontrada entre la ciercera) los monólogos (diálogos) más tristes. Carpe noctem. Invocaciones de oscuridades entrevistas, ojos de la mente.

También moló mucho Ana Gijón Mendoza, que estaba en Perú. Grabada o recitada por una amiga, sonaba a Magdalena-Rimbaud, adoquín-anfetamina y a bares donde las noches pasan como la Blitzkrieg dejando las mañanas desdentadas y a la tristeza, como en ‘Cantos de sirena’, saludando al día.

Enhorabuena por el libro, rusas. Por cierto, que en el humo de la noche se me olvidó sacar el libro para que me lo firmaras, Clara Santafé, así que ya sabes, me debes una dedicatoria fría e impersonal, de las que me gustan.

Ala, y que esto no es amiguismo sino justo lo contrario. Decía Hunter S. Thompson que no podías escribir honestamente de algo si no te habías implicado en ello. Y olé."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

yo tb quiero un libro dedicado, oiga!Una Agapurni

Unknown dijo...

Buff, que moñas quedó todo esto. Lo peor que puedes hacer con un sentimental es alentarlo.

Por cierto, ¿qué fuerte tu encuentro con Pajares, no? De vida o muerte vamos. Jajajajaja, sí señor, ese Pajares punk!!!!!

bydiox dijo...

Llevo leyendo tu blog (vía feed) varios meses y ahora me doy cuenta (porque tú lo dices, que si no...) que eres una de las poetas no-rusas, mea culpa y enhorabuena :)

Fernando dijo...

besos....

Anónimo dijo...

Acojonante lo de Pajares.
Me alegro que la presentación fuera muy bien.
Te debo una.

Besos