viernes, 21 de noviembre de 2008

A LOVE SUPREME

Caminando por el barrio
la ví venir de lejos.
Salía por la puerta de mi antiguo colegio
y tendría unos quince años,
pero parecía mayor de lo que yo parecía entonces.
Me pareció atractiva
y diferente a las otras chicas que caminaban a su lado
y que imaginé de su curso.
Bonita y morena,
no parecía a pesar de ésto
una chica popular.
Había algo distinto en ella
que la hacía especial
y también desangelada.
Entendí mejor su aura de distinción
cuando me fije en su carpeta estudiantil,
que en vez de ir forrada de instantáneas de rubicundos de moda
iba adornada con un retrato de Voltaire
en sucesión warholiana.
Una decena de Voltaires en gama degradada
que supuse incomprendida por
sus compañeros de promoción.
Me vio mirar su carpeta
y se echó a reír.
Y un poco más abajo en la calle,
aguardando las dos el mismo paso de cebra,
me contó muy rápido,
sin que yo le dijera antes nada:
Sabes, lo que pasa es que estoy enamorada de él.
Es el infinito amor. El amor perfecto.
Podría enamorarme de algún compañero de clase.
Han escrito varias veces con grafiti mi nombreen la pared del colegio.
Fueron dos chicos de mi curso. Uno muy guapo, el otro bastante majo.
Pero lo prefiero a él. Nunca podría cambiarlo por nadie.
Cuando todo me va mal, leer su "Candido" es lo único que me anima.
¿No te parece suficiente motivo para amar a un hombre?Y míralo. ¡Míralo!
¿Verdad que es atractivo?
El semáforo cambió de color,
y ella se marchó sin esperar mi respuesta.
No la necesitaba.
Al fin y al cabo,
que Baudelaire llevara un siglo muerto
tampoco impidió que Patti Smith
se enamorase de él.

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