martes, 18 de noviembre de 2008

Poema de un poemario al que le falta título

ABIERTA HASTA EL AMANECER



No soy rencorosa.
No lo fui nunca.
Enseguida se me olvidan celos, afrentas,
vaivenes de orgullos ajenos.
Pero hay días que necesito
vengarme de la Humanidad.
Así, en general.
Y decido llegar tarde a todas partes.
Me pone que me esperen.
Me encanta alegar al teléfono
excusas plausibles
poniendo voz de velocidad
mientras me apunto
uno más
y otro más
con estas manitas.
Sentada en el suelo de mi cuarto.
El suelo frío, mis muslos no.
Ésta es mi venganza particular,
y así he logrado no odiar jamás a nadie.
Yo siempre fui una chica lista.

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