Los de ahora no enfermamos,
no os engañéis:
vamos respondiendo a las drogas.
Los niños ya no despiertan asustados.
Jamás sus ojos se perderán para siempre
impulsados al interior,
presos de una agonía rara
y divertida para los mayores.
Las legañas han dejado de sellar
los ojos de los niños del nuevo siglo.
La manzanilla ya no es
el remedio para todos los males.
Ahora tendremos que exprimir
la savia de una planta
menos dulce para curar
las taras de nuestro cuerpo.
6 comentarios:
"savia" ;)
sabio :)
Touche!... ya imagino a Quique cantando este poema.
Un abrazo súper.
Gran poema, Clara. Buen vino, como los nuevos detalles del blog...
Hallo este blog y lo encuentro fascinante de entrada.
a ver si rimas alguna vez!
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