sábado, 14 de noviembre de 2009

Lisette Model






Sorprende al visitante que la vocación primera de Lisette Model no fuera la fotografía.

Nacida en Viena, en 1901, sus tempranas inquietudes artísticas se canalizaron a través de la música, disciplina que logró dominar ampliamente.

Supongo que cuando cambió la música por una cámara Rolleiflex estaba buscando respuestas.

Model obsesionada con volver a los orígenes de todo, a la ausencia de lo aditivo, a lo natural. Es por eso que sus obras provocan reacciones inmediatas.
El espectador se encuentra de frente con el meollo de una escena, con el alma robada de un transeúnte despistado. Ella misma reconocía que le gustaba pillar in fraganti a sus modelos porque así obtenía la naturalidad de las personas.

Las instantáneas que más me abrumaron de la exposición fueron las dedicadas al mundo del jazz, tanto las tomadas en el nightclub Sammy´s como las dedicadas a figuras reconocidas. Me parece que capta muy bien la expresividad del momento, me sentí transportada directamente ya no tanto al lugar fotografiado como a la emoción que llevó a la autora a realizar esa fotografía.

También me gusta mucho su humildad como espectadora, los riesgos que asume, su necesidad de introducirse en los mundos más dispares para continuar su búsqueda de verdad. Hay alguna foto tomada en Niza de su serie "Promenade des Anglais" en la que incluso los espectadores parecen mirarla con altivez al verse descubiertos por la fotógrafa, como adivinando que han sido observados por la autora desde el interior de ellos mismos.

En ciertas imágenes es imposible no percibir cierta crítica social, pero no creo que ella fuera una abanderada de ninguna causa, sino que al fotografiar la autenticidad de los lugares en los que se inmiscuía como una más, dejaba muy en evidencia la situación social de la época y lugar que elegía.

Supongo que sí llegó a identificarse y a sentir simpatía por los protagonistas de sus obras, que muchas veces fueron seres al margen de la sociedad, gente poco corriente, algunos de ellos considerados grotescos, (Razón, que entre otras, la llevó a ser considerada sospechosa por el Comité de Actividades Antiaméricanas).

También es importante destacar el elemento teatral de sus obras. Existen muy pocas diferencias entre algunos retratos de artistas circenses y las señoras con velo que pasean por San Francisco. Ella los pone al mismo nivel, les otorga la misma calidad humana .Y a mí se me antojan autenticos personajes teatrales. Y a veces, su paso por las ciudades un cambio de escenografía continuo.

En resumen, si hubiera que definir la obra de Model, servidora diría que su vida fue una búsqueda continua de la belleza de lo auténtico.


(Hasta el 10 de Enero en Fundación Mapfre, Madrid).

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