sábado, 17 de julio de 2010

Receta del librero amigo

Se recomienda hacer uso de la prosa
de forma cotidiana.

Pero sin embargo,
decantarse rápidamente por la poesía
los días esos en los que advierta que las hojas
de su lectura las pasan unas manos
muertas que no han anunciado su visita.

2 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Al final, siempre acaba uno en la posía.
Es mano de santo.

José Antonio Fernández dijo...

Pongamos una e en posía.