Se me está poniendo cara de mujer. Podría decirlo todo seguido y sonaría a traducción de nombre indio: Carasílexdemujer.
Y sin embargo, tengo miedo.
Llevo varios días vigilando la cerradura de mi puerta. Está a punto de desvencijarse.
Yo respeto su agonía, porque es el tipo de cosas que es mejor dejar morir antes de arreglar de cero.
Pero temo que como en el juego de la patata caliente, explote la noche menos oportuna, y me obligue a quedarme fuera de casa, con el cielo tocándome el hombro, como un fantasma de visita que se sabe inoportuno.
Por defenderme, tragaré el cielo y subirá a mi cabeza, convirtiéndome en un globo de helio. Y sentiré el hormigueo en los pies de quien debe dejar la tierra de repente y no ha vacíado los secretos de los cajones.
...
2 comentarios:
da bastante miedo
jejeje
puede que tengas razón, así son las cosas a veces.
Un saludo, Helena.
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